
Yo soy el bien,
soy el principio
y el final
pues acabarás cuando yo quiera.
Estás atado a mi
y si tiras
te harás daño tu mismo,
y yo lo notaré
acortando tu cuerda,
de tal forma
que a más te quieras alejar
más junto a mi estarás.
No luches
porque es inútil,
no pienses
porque no sabes,
no me lleves la contraria
pues solo estarás limitandote a ti mismo.
Si quieres vivir
hazlo como te digo,
calma mi apetito
siendo mi plato favorito,
vacía tu mente
de todo,
menos del pensamiento
de que no puedes enfrentarte a mi.
Témeme
y adórame,
soy un ser supremo
al que nadie puede controlar
ni enfrentarse.
Todos los que se han enfrentado
han acabado mal,
no se lo puedes preguntara nadie
porque no lo saben,
o mejor dicho
lo saben,
pero dar a conocer esa información
es traicionarme
y por lo tanto
renunciar a mi protección.
Yo os protejo
de la crueldad del mundo,
os protejo de todo mal,
menos de mi,
pues mi ira
es imposible de controlar.
Por eso no me hagas nada,
ya que puedo eliminarte
sin que nadie
note tu ausencia,
y además haré
que te odien,
pues alguien así
no merece respeto.
Me rogarás
y suplicarás
que te devuelva a la vida,
pero solo lo haré
cuando esté seguro
de que no volverás
a traicionarme,
pues hacerlo será
la peor decisión de tu vida.
Vive adorándome
o muere en soledad
y sufriendo
de tal forma
que te arrepentirás
de haberme traicionado.
Y sólo quieras terminar
muriendo definitivamente.
Esta es mi obra
y este mi poder
es lo único que debes saber
para ser feliz.